lunes, 28 de junio de 2010



Cuatro monos

Mi vulva olfatea mis manos, es una manzana verde madurando al sol. La veo caminar por una chacra, se esta guardando uvas de tierra  fresas frágiles, frutillas hermosas y guindas violetas  es de noche y ya no sueña con serpientes blancas. Consulta a su oráculo por lo ocurrido, olfatea campos de sanación, encuentra unos cajones apilados, llenos de frutas podridas, que por alguna razón supone que están ahí para ser arrojadas como alimento a los chanchos. Sigue caminando, escucha detrás de los álamos una música oriental, de viento, que la atrae intuitivamente. Sin pensarlo se acerca, la música se transforma en lamentos de murciélagos, de noche, de humo, de maderas, de fuego, se detiene, mira a un hermoso árbol que esta soñando (quiero suponer que es un nogal) se guarda un par de nueces de amor y lo saluda, sin despertarlo, con un beso en la frente, y en el instante de darle el beso, recuerda que el árbol fue su amigo de la infancia, y el oráculo le dice “todas las vidas están llenas de misterios”. Se queda perpleja como una pera, sus manos corren al cajón de manzanas podridas, se trepan como monos, sostiene una manzana en cada mano, desapareciendo al ser arrojadas a los chanchos, como imágenes al perderse en el tiempo, como yo y mi serpiente blanca, de la mano de mi vulva, caminando sobre la tierra verde  

[monilú]





en el transcurso

            ¿Quién sería capaz de atravesar el fuego para evitar el sol quemando sobre la arena? ¿Quién sometería el largo de sus pestañas para olvidar el dolor? ¿Quién ampollaría su alma con tal de dejar de pertenecer al ejército de piedras que espera a la orilla del mar?

            Pues yo no sé si es la llama -ese ardor que ilumina la noche- la que encenderá por fin las agujas de mi cuerpo, pero este lugar en el desierto se ha convertido en una cárcel invisible que mis sueños sonámbulos ya no toleran.


Inscribo
en este t·i·e·m·p·o
cíclico y MAQUINAL
de la birome
tu sonrisa

Solamente por no decir
cuánto de extraño
el brillo
de un par de ojos
que veo
repetirse
a lo largo...


...de las lunas
del m-u-n-d-o

Es que este sol que es
tanto acomodo
del despertador que
se REVIERTE
juega
y me dice:
"la hora de lo inmedible
ha llegado, eres tú
quien en este instante
debe hacerse
[cuerpo]
de todo aquello que
[sólo]
acontece... en estas tierras"


De pie caigo en el agujero
y grito
porque en mi espalda
se forjan alas
que ni siquiera en sueños
imagino su vuelo.

  [La Colombina]

domingo, 20 de junio de 2010

En la 3er FLIA La Plata

En el marco de la Tercera FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestionado) presentamos nuestros primeros libros de edición casera!!




Cortocircuito por Monilú (Lucía rios)






En el transcurso por La Colombina (Ana Carolina Arias)








Fotos: Fede Sager   http://argentina.indymedia.org/news/2010/05/732092.php